Primera noche. Dormimos raja, incluso con los ruidos de los camiones que pasaban a 2 cm. de nosotros.
Ayer decidimos cocinar y tuvimos un pequeño percance: la cocina no funciono. Estuvimos mucho rato tratando de arreglarla, aflojando la manguera, apretando la manguera, soplando la manguera… y nada. Después de media hora e inhalar mucho gas, descubrimos que se trataba de la golilla de goma que estaba achurrascá y no permitía el paso del gas. Era mucha el hambre, así que decidimos usar la cocinilla de emergencia para calentar el charquicán.
Hoy día cuando despertamos, nos dimos cuenta que la golilla había vuelto a su forma original; la probamos y la cocina prendió (ALELUYA!)Arreglamos las cosas, nos comimos unos plátanos, tomamos tecito y partimos al mediodía, en dirección a Lonquimay. En Victoria paramos a comprar pan y jugo para almorzar pan con tomate y atún antes de cruzar a Argentina.
En la aduana, después del papeleo, no nos revisaron casi nada (por suerte) Nos subimos a kangoosita y seguimos hasta encontrar una orilla de rio en la pampa para pasar la noche.
Después de instalarnos y pensar nuestro menú, la cocina no prendió de nuevo por culpa de la goma de mierda. Hay un viento brígido, así que nos acostamos.