Hoy nos levantamos temprano, con mucho frío. Nos dirigimos hacia Esquel. Por suerte el día está despejado. En la entrada a Esquel nos paró la Gendarmería Nacional y nos revisaron hasta los calzones, con amenazas de perro y mirándonos con cara de narco.
Recorrimos el pueblo y partimos en busca de un lugar en la carretera para cocinar los gnocchi que habíamos comprado en El Bolsón. Después de casi 3 horas, cagados de hambre, encontramos un lugar en la pampa, cerca de Tecka donde nos instalamos y almorzamos.